martes, 16 de agosto de 2011
Hugo Gracio
cuando se ve que algo es creído como justo por todos los pueblos, o por los pueblos más civilizados; pero este segundo método -observa - es imperfecto y tiene tan sólo un valor de probabilidad. Ante todo presupondría ciertamente el conocimiento del derecho positivo de todos los pueblos, y además -ésta es la objeción principal- el derecho natural, debe valer propiamente por sí mismo, aunque sea ignorado o desconocido.
Grocio supone que toda constitución política ha sido precedida por un contrato, lo que legitimaría todas a las instituciones y todos los gobiernos.
El contrato social es para Grocio un acto exterior, que deriva de la opinión y de una oportunidad cualquiera del momento, y NO DE LA NATURALEZA PROPIA DEL HOMBRE. Unicamente deriva de la naturaleza propia del hombre el impulso hacia la sociabilidad, pero la determinación de la forma que la sociedad asuma queda abandonada al arbitrio humano.
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